Muchos pacientes con amiloidosis sistémica están infradiagnosticados. En general, el 25 % de los pacientes con amiloidosis por cadenas ligeras de inmunoglobulina (AL) fallecen en los 6 meses posteriores al diagnóstico, y el 25 % de los pacientes con amiloidosis por transtiretina amiloide (ATTR) fallecen en los 24 meses posteriores al diagnóstico. El diagnóstico temprano de la amiloidosis AL permite una quimioterapia eficaz para mejorar la función orgánica. Cuando la amiloidosis ATTR se detecta antes de que se desarrolle una disfunción orgánica avanzada, se puede mejorar la calidad de vida mediante el uso de silenciadores o estabilizadores génicos.
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